Más rápido que la voz
En la noche del 14 al 15 de octubre de 1947, Chuck Yeager consiguió dejar atrás a su propia voz...
El avión Bell X-1, se dejó caer desde el vientre bombardero pesado B-26 para alcanzar Mach 1.06, más de 1.230 km/h. Después de 50 vuelos fracasados, el ruido seco que nunca había sido escuchado era noticia por fin, el ser humano podía ir más rápido que el sonido, el ser humano no tenía límites.
Cincuenta años después, el 13 de octubre de 1997, se volvió a romper la barrera del sonido, pero esta vez sobre la tierra, con el Thrust SuperSonic Car (SSC), y dos días después Andy Green superó todas las marcas dejando la velocidad máxima en tierra en Mach 1.016, unos 1.232 km/h
Sin duda en estos días, de retrasos en los cercanías y en las líneas autobuses, la puntualidad en la hora ha dejado de ser una ilusión humana.
Una idea de Microsiervos
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